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Resumen

Durante el siglo XIX, la lucha contra las enfermedades constituyó un interesante reto, asumido mediante el empleo de rutinas tradicionales, dado el escaso conocimiento de los adelantos europeos en el campo de la infectología. Con la llegada del doctor Claude Véricel, veterinario francés, se estableció la Escuela de Veterinaria, donde los métodos pasterianos fueron rutinarios para los estudiantes. Federico Lleras Acosta, un joven bachiller que se sintió atraído por la nueva escuela, se convirtió en un excelente estudiante y en el discípulo predilecto de Véricel. Una vez graduado, inició la investigación bacteriológica. Sus trabajos sobre la calidad de las aguas, la carne y la leche de consumo en Bogotá, la malaria bovina, la producción de vacunas contra el carbón sintomático, el control biológico de la plaga de langostas, la terapia para el control de la enteritis infantil y las infecciones puerperales, así como sus estudios sobre la lepra, conformaron un hito para la salud animal y pública colombiana. La síntesis de su vida, logros y realizaciones es un ejemplo de trabajo interdisciplinar para quienes se preparan como profesionales con el enfoque “Una salud”

Palabras clave

bacteriología, Federico Lleras Acosta, laboratorio, salud pública, medicina veterinaria

Digital Object Identifier (DOI)

https://doi.org/10.19052/ruls.vol1.iss80.15

Fecha de publicación

2019-04-01

Licencia Creative Commons

Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 4.0 License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-Noncommercial-No Derivative Works 4.0 License.

Tipo de documento

Artículo de revista

Editorial

Universidad de La Salle. Ediciones Unisalle

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